viernes, 29 de noviembre de 2013

Separación y apego.








Todos sabemos que la familia es el primer contexto social en el cual el pequeño se desenvuelve, por lo que es importante un clima familiar cálido que responda a las necesidades afectivas del infante desde el momento de la concepción.






La Teoría del Apego, es iniciada en los años cincuenta, sus principales exponentes, J. Bowlby y M. Aisworth plantean que la separación producida entre un niño pequeño y una figura de apego es de por sí perturbadora y suministra las condiciones necesarias para que se experimente con facilidad un miedo muy intenso.

La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad o ansiedad de un niño o un adulto es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto.

Cuando Bowlby se refiere a presencia de la figura de apego quiere decir no tanto presencia real inmediata sino accesibilidad inmediata. La figura de apego no sólo debe estar accesible sino responder de manera apropiada dando protección y consuelo.



Su teoría defiende tres postulados básicos:

1. Cuando un individuo confía en contar con la presencia o apoyo de la figura de apego siempre que la necesite, será mucho menos propenso a experimentar miedos intensos o crónicos que otra persona que no albergue tal grado de confianza.

2. La confianza se va adquiriendo gradualmente durante los años de inmadurez y tiende a subsistir por el resto de la vida.

3. Las diversas expectativas referentes a la accesibilidad y capacidad de respuesta de la figura de apego forjados por diferentes individuos durante sus años inmaduros constituyen un reflejo relativamente fiel de sus experiencias reales.


Aisworth y Bell plantearon diferentes tipos de apego:

Apego seguro:

Las personas con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados.

Ellos tienen cuidadores que son sensibles a sus necesidades, por eso, tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que responderán y les ayudarán en la adversidad.

En el dominio interpersonal, tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismo.


Apego inseguro - evitativo:

Las personas con este tipo de apego, tienen despliegues mínimos de afecto o angustia hacia el cuidador.

Además manifiestan evasión de esta figura ante situaciones que exigen la proximidad y rechazan la información que pudiese crear confusión, teniendo estructuras cognitivas rígidas tienen más propensión al enojo, caracterizándose por metas destructivas.





Apego inseguro-ambivalente:

Los sujetos ambivalentes son aquellos que buscan la proximidad de la figura primaria y al mismo tiempo se resisten a ser tranquilizados por ella, mostrando agresión hacia la madre.

Responden a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia.

Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de los primeros.





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